por Héctor Bencomo

La temporada 2022 de la Liga Mexicana de Beisbol tuvo varios temas desafortunados que hemos señalado a su tiempo, pero la postemporada había resultado emotiva y estábamos a punto de llegar a una final de época cuando surge el tema de los Diablos Rojos.

La LMB suspendió por un año a dos elementos de oficina por manipular las tomas de las cámaras durante el juego 1 de la serie final del Sur ante los Leones de Yucatán.

Por ser los Diablos, el suceso ha trascendido porque es el club que más atención recibe de los medios de comunicación a nivel nacional.

También porque fue algo sorpresivo, inesperado, que cayó como una bomba cuando todos estábamos inmersos en dos grandes series como la de Toros-Sultanes o Diablos-Leones.

Si la Liga Mexicana dictó sentencia es porque tiene pruebas. No es cualquier cosa exponer de esa manera al equipo con más títulos en la historia del circuito.

Y por eso resulta también inesperada la reacción del propietario, Alfredo Harp Helú, al cuestionar a la LMB y prepararse para una apelación que lo único que traerá consigo es mantener el tema encendido y quizás poner a la liga contra la espada y la pared.

Que me disculpen los Diablos, pero a lo largo de los años la percepción pública es que nadie se puede meter con ellos porque son poderosos. Si nos vamos al futbol, es como querer castigar al América.

Dicen que palo dado ni Dios lo quita y si por alguna razón, la LMB decide “revirar” y dar marcha atrás, el que saldría perdiendo es el beisbol. Se perdería la credibilidad en la institución y eso podría traer como consecuencia un resquebrajamiento entre directivos.

El horno no esta para bollos porque hay temas más importantes por definir en el futuro cercano como el que puso en la mesa Linda Burgos de Valenzuela, de los Tigres de Quintana Roo, quien exigió un cambio en el sistema para aceptar a jugadores de doble nacionalidad.

La LMB tiene pendiente ser más exigente al aprobar papeles de jugadores que aparentemente no tienen raíces mexicanas y que al presentar su pasaporte mexicano les permiten ocupar una plaza que le corresponde a un paisano.

¿Y si ese pasaporte es falso? ¿Y si hay personas sin escrúpulos que engañan a los directivos con gestorías inadecuadas? En este mundo moderno, no podemos descartar que haya estafadores que se aprovechen de la situación en detrimento de algún club.

Hay mucho trabajo por hacer, como diseñar un mejor rol de juegos para 2023, estudiar bien el impacto de la pelota (que fue muy viva este año), no permitir una expansión porque no hay suficientes peloteros para mantener la calidad de la liga.

Asegurarse que los equipos cuenten con un parque de pelota digno y no anden como nómadas al estilo de los Piratas de Campeche, lograr un buen convenio con MLB, revivir la Academia de El Carmen o darle un buen uso a sus instalaciones, entre otras cosas.

Y en cuanto a los Diablos, ellos deben aceptar que alguien cometió un error, despedirlo, pedir una disculpa pública y levantar la cabeza para intentar ganar en el terreno de juego.