El edificio más alto en Yucatán es de 115 metros, las escaleras telescópicas de las unidades del cuerpo bomberos de Yucatán alcanza los 18 metros una de las más pequeñas, tienen un cañón qué puede dirigir un chorro de agua hasta 120 metros.

Un problema y una gran irresponsabilidad enfrenta la seguridad o protección civil en Yucatán, no hay la experiencia para atender siniestros en edificios muy altos, hoy vimos una corporación de bomberos y eficiente con una grúa telescópica que pudo llegar a la parte más alta del teatro José Peón Contreras.

Las preguntas obligadas, hay el equipo para sofocar una catástrofe en alguna de las recientes torres construidas de más de 100 metros? Se está cuidando las medidas de seguridad con que deben contar estos edificios en todo el mundo?

Contamos con el suficiente personal para una catástrofe de grandes dimensiones?

Hay un análisis sobre los obstáculos o elementos que obstruyen los trabajos del paso de los vehículos de emergencia en el centro histórico en caso de una emergencia como la de ayer?

En varias partes de la ciudad se han levantado edificios de gran envergadura, ya no son edificios de 15 a 18 metros como el Peón Contreras; estamos hablando de edificios muy altos, es evidente qué no existen hidrantes en la ciudad que debería ser parte de la infraestructura hidráulica, sin olvidar que muchas partes de la ciudad ni siquiera tiene presión el agua.

Esto es consecuencia de la corrupción y de la mala planeación que deja pasar todas las medidas de seguridad, con tal de que se autorice las construcciones levantadas por empresas muy poderosas que dejan mucho dinero a funcionarios corruptos de los tres niveles de Gobierno; es un tema delicado una gran irresponsabilidad de los gobiernos autorizar proyectos qué pueden costar la vida a muchas personas.

Tal vez deberían comenzar a hacer simulacros de incendio en los edificios más altos de Mérida para medir sus capacidades y no esperar a que llegue una verdadera catástrofe para ver que pueden hacer.

Por Francisco Peréz