El escueto aviso, emitido ayer miércoles, dice que desde abril pasado prohibió a ese presbítero “ejercer el sacerdocio”.
Ya transcurrieron casi ocho meses. ¿Por qué hasta ahora se hace público?

La Arquidiócesis dijo que la razón de la prohibición es que ese clérigo está bajo “proceso canónigo”.
¿A qué se refiere esto? ¿Debería la autoridad eclesiástica ser explicita para que los seglares sepan que ocurre?

¿Cuánco inició ese proceso? ¿Por qué razón? ¿Ante quién? ¿En qué etapa va? ¿Cuándo concluira? ¿Hay posiblidad de que el sacerdote pueda de nuevo ejercer el presbitarado?

¿Los fieles católicos merecen respuesta a estas dudas? La sanción es exrtrema. Por tanto el asunto es muy grave.

(Por Hansel Vargas)

El aviso de la prohibición lo dio la Comisión de Pastoral de Comunicacón. No hay firma, tampoco nombre o nombres, de quien encabeza a ese grupo o de los que lo integran.

La Arquidiócesis tiene un portal de internet donde, entre otras cosas, publica su organigrama. Ahí no aparece esa comisión.

Si mal no recuerdo, Miguel Medina Oramas tiene 68 años de edad y 40 de sacerdote. Vivió su niñez y juventud en el rumbo de La Cruz de Gálvez. Estudió parte de la carrera de ingeniería en el Instituto Tecnológico de Mérida y después ingresó al Seminario Conciliar de San Ildefonso.

Como sacerdote trabajó, entre otros lugares, en el interior del estado y en los templos Reina de los Ángeles (fraccionamiento Cámara de Comercio) y Santa Luisa de Marillac (colonia María Luisa), ambos en esta ciudad.

En el año 2020 este sacerdote cobró fama nacional a raíz de que contrajo coronavirus y decidió, con tanque de oxígeno y visibles efectos del padecimiento, oficiar misas que transmitía vía Facebook.

El presbítero también creó un canal de Youtube donde cuenta con 1,200 seguidores y pocos videos, casi todos de hace dos años.