Tres jornadas de La Liga le han bastado a Gerard Piqué para saber que no va a jugar esta temporada en el Barcelona y que su rol es el de suplente del suplente calentando banquillo y formando parte del llamado “fondo de armario”. No necesita esperar más y ya ha tomado una decisión: se va del Barça en el mercado de invierno.

El plan de Piqué pasa por acabar su carrera en la liga norteamericana (MLS), una competición nada exigente que le permitiría apurar dos o tres años más de actividad antes de la retirada.

Aunque su relación con Shakira no ha podido acabar peor, a Piqué le gustaría estar cerca de sus dos hijos, Milan y Sasha, que residen ahora en Miami junto a su madre.

Y nada le haría más ilusión que enrolarse en el Inter de Miami, propiedad de su buen amigo David Beckham. Sin embargo, a Piqué le ha salido un problema inesperado: Leo Messi

Messi se fue del Barça muy disgustado con Piqué al enterarse de que fue su propio excompañero quien recomendó a Laporta que le echara del club. “Si el problema es Messi, Messi fuera”, le dijo Piqué al presidente.

Y Messi no se lo ha perdonado. A pesar de que junto a Cesc Fàbregas, Messi y Piqué (los tres de la generación del 87) mantuvieron a lo largo de toda su carrera una relación de estrevcha amistad y cordialidad, que Messi y Cesc mantienen, con Piqué se han roto las relaciones. De hecho ya estaban rotas con anterioridad por culpa de sus parejas. Antonella Roccuzzo no soportaba a Shakira

Y ahora ese error de cálculo le va a costar caro a Piqué, porque Messi no está dispuesto a volver a compartir vestuario con Piqué y ya le ha advertido a Beckham que se olvide de él si Piqué llega al Inter de Miami en este mercado de invierno.

Los planes de Messi pasan por acabar su contrato con el PSG el próximo 30 de junio para desembarcar en Miami junto a Luis Suárez, Busquets, Jordi Alba, y Cesc Fàbregas. Un pack contra el que no puede competir Piqué

Ahí no cabe Piqué y eso significa que no podrá estar cerca de sus hijos. La otra opción es recalar en Los Ángeles Galaxy junto a su amigo Riqui Puig, pero Los Ángeles está de Miami a más de 4.000 kilómetros, algo menos de los 7.500 kilómetros que separan Barcelona de Miami.

A Piqué le convendría arreglar sus diferencias con Leo Messi, aunque a estas alturas parece difícil que el argentino pueda perdonarlo.