Las calles quedaron desiertas y la presencia del Ejército no ha registrado detenciones por el brutal ataque por todo el pueblo en la sierra de Guerrero

La violencia en Guerrero aterrorizó de nueva cuenta a San Miguel Totolapan, donde el grupo de los Tequileros se atribuyó una de las masacres más atroces contra civiles en el país, dejando a 18 personas asesinadas, incluido el acalde Conrado Mendoza Almeida.

De acuerdo con reportes preliminares, los sicarios se desplegaron por todo el pueblo disparando contra pobladores durante la tarde de este miércoles 5 de octubre. Primero acudieron a una casa particular, donde el presidente perredista sostenía una reunión con varias personas. Ahí ejecutaron a todos los presentes.

Enseguida, los presuntos integrantes de los Tequileros ejecutaron al padre del alcalde, Juan Mendoza Acosta, quien también había sido munícipe. Minutos después irrumpieron en el Palacio de Gobierno, donde atacaron la fachada y aunque los policías repelieron la agresión, también fueron víctimas del brutal ataque.

Versiones preliminares señalaron que el grupo de civiles fuertemente armados se presentó en la cabecera municipal entre las 14:20 horas. Desfilaron impunes en lo que han difundido como su nueva embestida de la narcoguerra contra San Miguel Totolapan y la Familia Michoacana.

Entre las víctimas de este 5 de octubre también hubo parte del gabinete municipal, tales como el director de Seguridad Pública de la demarcación, Fredi Martínez Suazo. Además, fue reportado el asesinato de Roberto Mata Marcial, consejero del alcalde.

Igual se ha identificado a dos escoltas del presidente municipal: Samuel García y José Antolín Calvo Caballero. Además, familiares reconocieron el cuerpo del profesor Génesis Araujo Marcos, quien se desempeñaba como administrador de la Jurisdicción Sanitaria 01 de Tlapehuala.

Javier Domínguez, dueño de la casa donde estaban los cuerpos, también fue acribillado junto a su hijo del mismo nombre. Gustavo Salazar, un ciudadano americano que era cuñado del perredista, igual fue ejecutado por los Tequileros.

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En un video difundido después del ataque se pudo observar que los cuerpos quedaron tendidos con impactos en la cabeza y otras partes del cuerpo. Algunas extremidades estaban destrozadas y los charcos de sangre se acumularon alrededor. Una mujer lloraba a gritos, mientras algunos movían los cuerpos.

Aparentemente, los policías subieron uno de los cadáveres en la parte trasera de una camioneta. Otros dos sujetos colocaron un cuerpo directamente en un féretro. Una mujer inspeccionaba un cuerpo sin vida con impactos en la parte baja de la espalda.

Mientras que enfrente de las instalaciones del Palacio Municipal quedó el cuerpo de un joven que cruzaba por el lugar. Sin zapatos, la víctimas estaba manchada de sangre en la sudadera. Los restos estaban por todas partes, como parte de una escena criminal que no había sido procesada más de cinco horas después por la Fiscalía de Guerrero.

Alrededor de las 16:55 horas, un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad llegó a San Miguel Totolapan para trasladar a Chilpancingo a Rómulo Robles Bernabé de 33 años, así como a dos heridos más que también presentaban impactos de armas de fuego. (Infobae)