Emmanuel de Jesús Cobá Uicab, tiene sólo 19 años de edad, es originario de Chocholá y es todo un experto “rezador”.

Nació el 17 de noviembre de 2003 y es hijo último, de 4 hermanos. Sus padres son Bernardino Cobá Tacú y María Aurora Uicab Flores. Desde a los 12 años de edad, le comenzó a gustar mucho oír los rosarios; él, a su corta edad, acompañaba a su abuela doña María del Carmen Tacú Cab y se sentaba para oír los rosarios, donde los invitaban.

A los 14 años, ya cantaba en los rezos y una amiga le comenzó a enseñar los diferentes novenarios como el de la Virgen de Guadalupe, San Antonio, San Juan, San Judas Tadeo, el Divino Niño y hasta el de los difuntos.

Tal fue su vocación que comenzó a instruirse en todo lo relacionado a los rezos y sus diferentes cantos.

“Al principio me dio temor estar frente a un altar y rezar, y tener en cuenta que te sigue un grupo de católicos que acude a un novenario. Pero poco a poco fui perdiendo el miedo y ese temor; hoy en día realizo un rezo sin dificultad”, aclaró en entrevista con De Peso Yucatán.

Agregó que “en la actualidad me llaman para hacer rezos aquí en Chocholá, en Yaxcopoil, en Umán, Poxilá y hasta Mérida; aquel miedo que sentía se perdió”.

Añadió que con lo percibe económicamente de los rezos, ha visitado la Basílica de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México con sus padres para darle las gracias a la santísima Morena del Tepeyac por el don que le fue otorgado, al ser un rezador muy joven.

Comentó que ser un joven rezador le cambió la vida, ya que siente estar más cerca de Dios y de la iglesia católica.

“Mis padres me apoyan mucho en mi trabajo, a tal grado que me siento muy feliz por lo que hago. Tal vez, si sigo así, podría estudiar en algún Seminario”, finalizó.